El libro presenta un programa de intervención en educación emocional dirigido a niños y niñas en educación básica, destacando la relevancia de integrar la educación emocional en el entorno escolar. A través de cuatro bloques de formación—autoconocimiento emocional, habilidades de relajación y autorregulación, autonomía emocional y habilidades socio-emocionales—se busca que los estudiantes reconozcan y gestionen sus emociones, mejorando así su rendimiento académico y social. Además, incluye criterios de evaluación para docentes y alumnos, junto con actividades prácticas para facilitar la implementación del programa. Este enfoque innovador resalta la importancia del psicopedagogo en la educación emocional, promoviendo el desarrollo de estudiantes empáticos e inteligentes emocionalmente, lo que contribuye a su formación integral en el aula.