Este libro explora cómo las organizaciones sociales populares de Cuenca, Ecuador, construyen y disputan sentidos sobre la naturaleza y el territorio desde sus propias experiencias, memorias y prácticas comunitarias. A partir de un enfoque crítico y situado, el texto reconoce a estas organizaciones no solo como gestoras o mediadoras de políticas públicas, sino como productoras de discurso y conocimiento territorial. El trabajo combina análisis arqueológico-genealógico, revisión de documentos institucionales, entrevistas y observación de campo, lo que permite identificar once formas organizativas y cuatro grandes bloques narrativos —tecnocrático, conservacionista, desarrollista y sistémico— que atraviesan la ciudad.
La obra muestra cómo las OSP habitan, imaginan y defienden sus territorios en medio de tensiones con el urbanismo tecnocrático, el avance del desarrollo extractivo y la persistencia de desigualdades en el acceso a servicios, movilidad y tecnología. También revela la importancia de las territorialidades populares en la conservación del agua, la autonomía comunitaria y la memoria social. A lo largo de tres capítulos, se analizan las distribuciones territoriales, los diálogos entre actores y los resultados del trabajo de campo, ofreciendo una lectura compleja y profundamente humana del territorio cuencano.
El libro invita a pensar la ciudad desde abajo, reconociendo la capacidad de las comunidades para disputar el sentido del desarrollo urbano y para imaginar otras formas de habitar y gobernar con justicia territorial.